Brasil no es el patio trasero de EE.UU.
Lula se posiciona como candidato contra el imperialismo

“Hay que acabar con el poder de EE.UU. de no respetar ninguna decisión”

En una entrevista con varios medios de prensa progresistas el pasado miércoles (19), el expresidente Lula discutió sus principales posiciones sobre cómo debería ser un gobierno brasileño, si es elegido. Por más que todavía no busque posicionarse oficialmente como candidato, Lula ha hecho declaraciones fundamentales que prueban, como dijo su biógrafo Fernando Morais, que salió de la cárcel un “antiimperialista”.

Lula dice que hay que defender la soberanía nacional

En una de las primeras preguntas formuladas en la rueda de prensa, se le preguntó a Lula sobre su posición sobre las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, teniendo en cuenta las ya probadas relaciones que el imperialismo estadounidense tenía con el golpe de Estado en Brasil y con la detención del propio ex presidente.

La respuesta fue contundente y reveló una posición aún más a la izquierda que en el pasado en relación con la injerencia estadounidense. Lula afirmó que Brasil no es el patio trasero de Estados Unidos y declaró que “es necesario acabar con el poder de Estados Unidos de no respetar ninguna decisión”. Citando como ejemplo los casos ocurridos principalmente durante el gobierno de Barack Obama, el niño mimado de la prensa internacional y de la propia izquierda pequeñoburguesa, Lula denunció las numerosas injerencias en la política interna brasileña así como en las relaciones de Brasil con otros países.

Lula afirmó que Brasil no debe unirse al imperialismo para derrocar a los gobiernos de los países atrasados, e incluso destacó su alianza con figuras enemigas del imperialismo, como Muammar Gaddafi, durante sus gobiernos. Lula también afirmó que la burguesía brasileña se coloca como sirvienta del imperialismo estadounidense y en el mismo sentido lo hace la prensa, especialmente la Rede Globo.

“Es necesario hacer crecer a toda América Latina”

Claramente posicionándose en contra de la política de lamerse las botas del régimen golpista, Lula afirmó que Brasil necesita ser respetado internacionalmente y, sobre todo, valora las alianzas con los países latinoamericanos, destacando la necesidad de defender la soberanía de los que llamó “aliados esenciales” para Brasil, mencionando indirectamente su apoyo a la soberanía de Cuba.

Lula afirmó que la burguesía brasileña actúa como un verdadero felpudo del imperialismo y permite que la prensa burguesa y el imperialismo realicen una campaña política de los EE.UU. en Brasil, sin valorar nunca los intereses de la nación misma.

Con numerosas declaraciones de carácter nacionalista, también se destaca la posición de defender el crecimiento internacional de las relaciones de Brasil con Rusia y China, así como la defensa de que Brasil es, y debe ser respetado por ello, el principal país de todo el continente latinoamericano, una potencia regional como Rusia y China, que no puede ser servil a los intereses del imperialismo.

Lula mencionó varias veces donde el imperialismo trató de intervenir en su gobierno, incluso tratando de poner a Brasil en la guerra contra países como Libia e Irak, así como el servicio de espionaje de Estados Unidos en el gobierno de Dilma y su papel decisivo en el golpe de Estado. El expresidente también afirmó que conoce muy bien el papel histórico de EE.UU., su participación en los más diversos golpes de Estado en Brasil, ya sea en el 64 o en 2016, así como su detención. Además, Lula también afirmó que “la CIA y el Pentágono no duermen” y llevan a cabo una verdadera política intervencionista en todo el continente latinoamericano.

Calificando a Bolsonaro de lamebotas estadounidense, Lula afirmó que no será presidente si es para estar defendiendo empresario, accionista y haciendo negocios con el imperialismo, sino para defender los intereses nacionales, hacer historia en la defensa de los intereses de los trabajadores y en la lucha por la soberanía nacional, creciendo no sólo Brasil sino toda América Latina.

El candidato contra el golpe y contra el imperialismo

Estas declaraciones, dadas en un momento cada vez más decisivo para las elecciones brasileñas, muestran que Lula se está moviendo hacia una posición cada vez más de izquierda, en relación a los gobiernos anteriores del PT. El creciente nacionalismo y la abierta defensa que ya hace Lula de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, no hacen más que reforzar la política de un candidato que será de hecho el nombre contra el imperialismo.

Además, en la misma entrevista, Lula enfatizó la necesidad de pasar por alto a los accionistas y defender empresas como Petrobras, además de controlar la economía y hacer que el país deje de servir a intereses extranjeros.

Lula se inclina cada vez más hacia la izquierda por su base y por la polarización política que se apodera del país. Lula es el candidato de la clase obrera brasileña, el candidato de la lucha contra el golpe y contra Bolsonaro. Y se ha venido poniendo a disposición para asumir una política más contundente en relación a su gobierno anterior.

En la entrevista, quedó claro que Lula se presenta como el candidato contra el imperialismo y en defensa de una fuerte alianza con los países latinoamericanos, así como con los que serían sus principales aliados internacionales, China y Rusia, discutiéndose incluso la reanudación del fortalecimiento de los BRICS, que quedó prácticamente destruido tras la política golpista del imperialismo, especialmente en Brasil, uno de los ejes principales de la organización.

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