¿APOYAR A LA BURGUESA NACIONAL?
Luchar contra los países atrasados ​​es defender el imperialismo

"Ser radical es atacar el problema desde su raíz" - Karl Marx

El problema de la burguesía nacional y de los movimientos nacionalistas es el resultado de una gran confusión en la izquierda. Sin embargo, las conclusiones tomadas bajo el tema son esenciales para formular un programa antiimperialista, que hoy es esencial para que se lleve a cabo cualquier tipode lucha revolucionaria.

En Brasil, las posiciones de los partidos a este respecto justifican posturas de apoyo velado al imperialismo. Se trata de partidos que se consideran marxistas, como el PSTU, el PCB y varios otros grupos del PSOL, pero que se confunden por ignorancia o por servilismo, y acaban adoptando políticas completamente reaccionarias.

Desde la formación de los grandes monopolios imperialistas, el núcleo fundamental de la burguesía mundial es precisamente el imperialismo. Estados Unidos, así como los países de Europa occidental, controlan hoy el sistema financiero global y, con ello, imponen su dominio a todos los demás países del mundo.

Aun así, sectores de izquierda optan por no apoyar los movimientos nacionalistas en los países atrasados. Esto se observa, por ejemplo, en el caso de la guerra en Ucrania, en la que sectores de la izquierda afirman que se trata de una guerra “interimperialista”. Lo mismo ocurre en el caso de Níger y la lucha nacionalista en los países africanos, donde la izquierda a veces afirma con convicción que los marxistas no deberían apoyar el golpe contra la dominación liderado por el ejército y Abdourahamane Tiani.

A nivel nacional ocurre lo mismo. Como Lula es en realidad un candidato de la burguesía nacional, la izquierda busca, en lugar de impulsar la lucha popular, impulsar la lucha contra el candidato elegido por la clase trabajadora. Es un error fatal y debe informarse. La izquierda que apoya al imperialismo en su lucha contra los países atrasados ​​es una izquierda burguesa y pro imperialista.

Los movimientos nacionalistas y la burguesía nacional formulan problemas que deben resolverse, pero no pueden llevar a cabo una lucha por ello de manera consistente. En Brasil, esto es fácil de ver en la lucha contra el techo impositivo. Lula afirmó que necesitaba eliminar completamente el techo, pero ante el presidente de la Cámara de los Diputados (Arthur Lira) y el Congreso lleno de derechistas no tenía forma de negociar.

El papel de un partido revolucionario, como lo hace el Partido de la Causa Operaria, es precisamente llevar adelante esta lucha de una manera decisiva y radical. En un momento en que las alternativas en las instituciones burguesas resultan insuficientes para resolver los problemas de la clase trabajadora, es necesario recurrir a los métodos de lucha de esta clase. Reactivar sindicatos, organizar grandes huelgas, movilizaciones, etc. Todo esto puede y debe conducir a una lucha revolucionaria para derrocar al Congreso y a cualquiera que se oponga a la voluntad de los trabajadores.

Otro problema son también las deficientes formulaciones de la burguesía nacional. Otro papel del partido revolucionario es señalarlos y realizar una política más completa. Lula, por ejemplo, sostiene con razón que debemos tomar el control de Eletrobrás. Sin embargo, tomar el control no es suficiente, será necesario estatizar completamente la empresa para que el Estado pueda toner el control.

En los casos internacionales las posiciones deben ser las mismas. No existe el imperialismo ruso ni el imperialismo chino como dice la izquierda, pero al mismo tiempo la lucha de las burguesías rusa y china no superará al capitalismo sin una verdadera lucha revolucionaria.

Esto se aplica tanto a Níger como a Rusia en las guerras. Para expulsar al imperialismo de los países atrasados ​​será necesario acabar con él de una vez por todas, es necesario acabar con la OTAN y con toda dominación estadounidense.

“Ser radical es atacar el problema desde su raíz”

En este contexto se puede utilizar una de las citas más famosas de Karl Marx. La raíz del problema no es la burguesía brasileña, rusa, china o nigeriana, sino la burguesía imperialista mundial. Esta, invariablemente, no permitirá que ningún otro se desarrolle antes de su fin.

¡Por eso los partidos marxistas como el PCO abogan por un apoyo crítico y decisivo a la lucha de las burguesías nacionalistas de los países atrasados ​​contra el imperialismo! ¡Esto se aplica a todos los países oprimidos del mundo!

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