Once de septiembre de 1973, las tropas comandadas por Pinochet, un general de confianza del presidente Salvador Allende, comandó el sitio al Palacio de la Moneda. Allende esperó hasta que el palacio fuera alcanzado por misiles y una batería de fuego aéreo, lo que llevó al gobernante nacionalista a la muerte por metralla a manos de los lacayos de la Operación Cóndor, quienes luego inventaron una versión del suicidio del presidente con su AK-47, obsequiado por Fidel, y que Allende se llevó consigo para resistir.
El 19 de diciembre de 2021, fue elegido para la presidencia de Chile, Gabriel Boric del partido Convergencia Social, una versión aún más artificial, identitaria y cirandeira que el partido político brasileño PSOL de Guilherme Boulos (izquierda imperialista en Brasil). Boric emergió en los laboratorios de la CIA, desde las jornadas de 2011 contra Sebastián Piñera, quien profundizó el régimen pinhochetista, con amplio uso del aparato militar chileno, históricamente constituido para rechazar protestas. Sin embargo, durante la Administración Obama, reconfiguraría el régimen político a una fachada democrática, donde los males del sistema son cubiertos por una expansión de un sistema de “participación popular” con una acción más amplia de bases que amplían la “voz de la democracia”.
En el contexto de regreso de las “reformas de los vouchers”, de la izquierda derechista de Michelle Bachelet, surgen dos personajes: la líder histórica de los movimientos estudiantiles, Camila Vallejo, y el novato apoiador de Michelle Bachelet, Gabriel Boric. Bachelet es una izquierda derechista que hace pequeñas reformas institucionales y económicas, mientras que Piñera es más contundente en la forma de menospreciar al Estado a la manera clásica de Pinochet. La disputa entre Piñera y Bachelet se convirtió en una disputa mucho más allá de la política convencional, y ambos utilizaron las más diversas armas que ofrece el imperialismo. Bachelet hace uso de los derechos humanos, mientras que Pinẽra utiliza las herramientas “conservadoras” y redujo drásticamente los “vouchers” para la educación, lo que provocó las manifestaciones.
En el segundo mandato de Piñera, los partidos, desesperadamente, y sin ningún programa unificado, comenzaron a mover sus bases para formar nuevos frentes en la lucha contra Piñera. En este contexto, surgieron dos grandes frentes, el Frente Amplio, liderado por el diputado Gabriel Boric, integrado por partidos de «centro izquierda», y Chile Digno, liderado por el Partido Comunista de Daniel Jadue, que muchos esperaban que fuera el próximo presidente de Chile, a partir de marzo de 2022.
¿Qué pasó con el Partido Comunista?
El Partido Comunista de Chile no es un partido revolucionario y ha estado del lado de Bachelet hasta el momento en que la “líder latina de los derechos humanos”, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, desde 2018, Michelle Bachelet, amplía los ataques a Nicaragua y a Venezuela, provocando que Daniel Jadue retire el apoyo. Con Piñera en la Presidencia y Bachelet en la ONU, más las reformas neoliberales, Chile se convirtió en el territorio de las marchas por la Democracia, o, más específicamente, de las grandes protestas de 2019.
El año 2019 fue de violencia y furia casi revolucionarias y terminaria con representaciones artísticas contra el “patriarcado blanco” y contra el “fascismo”. El operativo estuvo muy bien orquestado hasta la llegada de la pandemia, que permitió a Piñera encerrar a la gente en casa, con el consentimiento del “Movimiento Autonomista” y toda la maquinaria de Boric que presentaremos más adelante, diciéndole a la gente que “se quede en casa».
Durante el 13 y 14 de noviembre de 2019, los partidos de Chile Vamos y parte de la oposición, excepto el Partido Comunista, el PRO, el FRVS, el PH e incluso CS de Boric, pero con Boric firmando el acuerdo del día 15, según esta carta. Es decir, Gabriel Boric dio un golpe en el propio partido y firmó el tratado golpista. El tratado, denominado Tratado de Paz, fue auspiciado por la élite financiera que lo apoyó y por la Open Society, a través de Open Democracy , además del apoyo de Naciones Unidas y de diversas organizaciones como la propia NED, de la que hablaremos en seguida.
Ocurrieron protestas contra el golpe de Boric, pero las fuerzas políticas se fueron acomodando con el tiempo, alcanzando el apoyo de amplias fuerzas políticas, finalmente también el PCCh, después de la convención partidaria, debido a la falta de apoyo entre los demás partidos de la izquierda.
En enero de 2021, Boric, continuando su estrategia golpista, crearía Apruebo Dignidad, que competiría con su otro frente, el Frente Amplio y Chile Digno. Los dos frentes formados por Boric y en gran parte alimentados por fuerzas imperialistas derrocaron dentro del Frente Amplio al Chile Digno de Daniel Jadue.
El programa del Frente Amplio (Abruebo Dignidad) no puede considerarse “reformista”, es un programa neoliberal con un barniz de inclusión social. El equipo económico de Boric incluye figuras como Roberto Zahler, presidente del Banco Central en 1989, durante el gobierno de Pinochet, Carlos Ohminiani (vinculado al regionalismo abierto de la CEPAL post Consenso de Washington).
El representante del Frente Amplio “Dignidad” incluyó en su equipo a un nutrido grupo de economistas, entre ellos Andrea Repetto, especialista en finanzas públicas y académicas de la Universidad Adolfo Ibáñez; Roberto Zahler, expresidente del Banco Central de Pinochet y Felipe González, economista de la Universidad Católica.
También forman parte del equipo Álvaro Díaz, ex consultor de la CEPAL y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Dante Contreras, exvicepresidente de Codelco; Daniel Hojman, profesor universitario y economista de Harvard; Fabián Duarte, director del Centro Milenio de Desarrollo Social; Rodrigo Pizarro, especialista en economía ambiental.
A propuesta de Boric, participarán varias mujeres, entre ellas Claudia Sanhueza, directora del Centro de Economía y Política Social; Paula Poblete, directora de Estudios Comunitarios de Mujeres; Stephany Griffith-Jones, directora de mercados financieros “Iniciativa para el diálogo político” y Pamela Jervis, ex consultora del BID y del Banco Mundial. Todo el equipo económico tiene una clara relación con el imperialismo y con la banca internacional, que viene carcomiendo a Chile desde 1973. Además de estos nombres prácticamente oficiales, también participará en el gobierno Ricardo Ffrench-Davis, economista formado en la Universidad de Chicago, muy cercano a Boric. Se hizo una carta de los capitalistas financieros y economistas a favor de Boric, donde es posible ver a los firmantes.
Cómo se compone la maquinaria Gabriel Boric
Gabriel Boric, además de ser el líder del partido Convergencia Social, es diputado federal. También es el líder del Movimiento Autonomista, la cabeza pensante del Frente Amplio de Chile, que incorporó la Revolución Democrática (que aparece entre los agradecimientos del presidente del PSOL de Brasil, Juliano Medeiros), Izquierda Libertaria, Nueva Democracia, Convergencia de Izquierdas y el Partido Humanista, conjunto de partidos vinculados a la Nueva Izquierda europea identitaria y “molecular”/ horizontal. El sitio web del Movimiento Autonomista está escrito casi en su totalidad en inglés, lo que demuestra su nivel de subordinación al régimen político, pero se convirtió en el Partido de Convergencia Social, fuertemente nutrido por el National Endownment for Democracy – NED vía CIPE. El principal objetivo de este movimiento auspiciado por el imperialismo es crear amplios frentes en todo el mundo, especialmente en América Latina. Personajes como Haddad, Manoela, Boulos se mencionan con frecuencia en los sitios web de esta red del movimiento de la Nueva Izquierda, como se puede ver en la foto de abajo tomada del sitio web del movimiento que se ha convertido en un partido político rico y poderoso en términos económicos.
¿Quién ganó en Chile? Imperialismo
Como se ha denunciado en este Diario, el imperialismo utiliza diferentes formas de poder, incluidas las instituciones filantrópicas. Las principales instituciones del mundo tienen su sede en Washington y conforman el Holding denominado National Endowment for Democracy (NED) y que está vinculado al Departamento de Inteligencia de Estados Unidos. Junto con la NED, se crearon otras tres organizaciones fundamentales para el control y cambio de régimen: el Instituto Nacional Demócrata (NDI), el Instituto Republicano Internacional (IRI) , el Instituto Sindical Libre (FTUI) y el Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE). ). (“Las cuatro instituciones afiliadas a la dotación”)
La NED Latin America invirtió a través del CIPE para combatir la corrosión del capital en Argentina, Bolivia y Chile, poco más de medio millón de dólares (US $ 521.724), con el fin de promover la buena gobernabilidad capitalista. Organizaciones vinculadas a los derechos humanos también recibieron en Chile a través de “Presentes: Periodismo, Generos y Derechos Humanos, Asociación Simple” y Fundación Getúlio Vargas, donde trabajan innumerables nombres de la nueva izquierda.
Del lado de Kast actuó el IRI, una vez que Kast, como miembro de la propia burguesía chilena, continuaría el legado de su antecesor, también apoyado por el IRI, Sebastián Piñera.
Las elecciones chilenas, en fin, nos muestran por qué figuras como Haddad, Boulos y toda la nueva izquierda de Brasil, anhelan un frente amplio, que es como un golpe de Estado entre los propios partidos políticos antes de las elecciones, lo que en Brasil tiene un nombre: “Federação Partidária” (nuevo artificio de la legislación electoral en Brasil).
La “Federação Partidária” es otro nombre para el frente amplio que pone a la lucha popular como rehén del régimen político controlado por el imperialismo. Los trabajadores no tenemos otra alternativa que luchar contra esta forma de golpe.
