Chile
La tarea de Boric será acabar con la lucha popular de una vez por todas

La función del izquierdista Gabriel Boric es acabar de una vez por todas con las movilizaciones de la población chilena

Redacción del Diario Causa Operaria (DCO)
• Publicación: 21/12/21 – 00:05
• Edición nº 6595 – martes – 21/12/2021

La izquierda pequeñoburguesa brasileña celebra la victoria del candidato Gabriel Boric en las elecciones presidenciales chilenas frente al candidato de la extrema derecha, José Antonio Kast. El entusiasmo es tan grande que el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) incluso ha enviado una delegación con importantes figuras del partido a Chile para seguir el proceso electoral.

La ceguera de esta izquierda no tiene límites y no se analiza la situación política de Chile que llevó al candidato de pseudoizquierda Gabriel Boric a ganar las elecciones.

En primer lugar, es necesario analizar la situación política de Chile. En los últimos tiempos, Chile ha pasado por un verdadero proceso insurreccional con características revolucionarias. Han sido miles y miles de personas todos los días en las calles durante meses desde 2019, lo que ha puesto en jaque las políticas de la derecha para la población chilena, y prácticamente ha liquidado a la extrema derecha chilena en las calles.

https://twitter.com/Ruicpimenta29/status/1472727874365005830?s=20
«Los logros populares deben medirse por el potencial de la situación. Chile vio una revolución cercana. La extrema derecha estaba acabada. Incluso si Boric fuera solo un pequeño burgués de izquierda inocuo y no un candidato abiertamente pro imperialista, sería un anticlímax (1/3)»

Esta gigantesca y constante movilización de la población en Chile ha llevado a una derrota del gobierno de Sebastián Piñera. Ante la movilización, la burguesía chilena buscó un acuerdo con sectores de la izquierda pequeñoburguesa chilena para no perder el control de la situación. Tanto es así que la izquierda y la derecha llegaron a un acuerdo sobre una nueva Asamblea Constituyente, que en primer lugar garantizaba la continuidad del gobierno del presidente derechista y era un intento de canalizar toda la revuelta popular hacia un proceso «legal» bajo el control de la derecha.

El resultado de todo este proceso fue encauzar la lucha hacia la Asamblea Constituyente y la elección del ultramoderado Gabriel Boric, que enterró de una vez toda la movilización con características revolucionarias en el país.

Es importante reforzar que la Constituyente y la victoria de Boric son solamente una maniobra de la burguesía para la crisis política, y no un logro ─ al contrario de lo que la izquierda, de manera festiva, propaga. Y es que no se puede evaluar solamente lo que se ha «conquistado» (así es, entre comillas), sin analizar el potencial de las conquistas procedentes de la gigantesca movilización de los últimos años.

La Asamblea Constituyente, a pesar de toda la campaña en torno a ella, es inocua y solo ha estrangulado la movilización, permitiendo un fortalecimiento de la derecha derrotada. La elección de Boric es aún más grave porque es fruto de un acuerdo con sectores de la derecha tradicional, ya que gobernará con el ultraderechista Partido Socialista de Michele Bachellet y la Democracia Cristiana, un partido de la derecha chilena. Boric es un candidato muy parecido a la izquierda pequeñoburguesa brasileña, como el PSOL. Un elemento sin conexión con las masas populares, socio directo, junto con futuros miembros de su gobierno, de institutos financiados por ONGs imperialistas como la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés). También cuenta con el apoyo de las embajadas de Estados Unidos y Canadá en Chile, la Fundación Ford, la FGV, el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC), la UNESCO y otras organizaciones del imperialismo.

Gabriel Boric, al contrario de lo que ha propagado la izquierda brasileña, no es ninguna salvación contra la extrema derecha. Es un elemento oportunista y de derechas con conexiones imperialistas. No es casualidad que haya hecho declaraciones contra Cuba y Venezuela, que se haya posicionado recientemente del lado de la extrema derecha en la votación contra el aborto y de manera muy sospechosa contra el indulto a más de mil activistas que fueron detenidos durante las manifestaciones de oposición al gobierno y la violencia policial que reprimió duramente los manifestantes.

La única certeza es que el papel de Gabriel Boric, que gobernará con la derecha y la izquierda pro imperialistas, será liquidar de una vez por todas la lucha popular y las gigantescas movilizaciones.

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