El actual momento político internacional ha desbrozado, como pocas veces en la historia reciente, el verdadero rostro del imperialismo. Tras las sucesivas derrotas de los últimos años y, en especial, con la masacre promovida por el Estado de “Israel” en Palestina, la necesidad de una respuesta organizada y enérgica de la izquierda mundial nunca ha sido tan evidente.
Es en este contexto que destaca la iniciativa de construir la Internacional Antifascista, impulsada por el gobierno venezolano. Venezuela, blanco sistemático del sabotaje imperialista, vive bajo la amenaza diaria del fascismo: cada elección es un intento de golpe de Estado, cada movilización chavista es enfrentada por milicias al servicio del imperialismo. El pueblo venezolano conoce en carne propia lo que es el avance del fascismo impulsado por los intereses norte-americanos.
En Brasil, la situación no es diferente. Aunque sectores de la izquierda insisten en señalar al bolsonarismo como el principal enemigo, la realidad demuestra que el mayor peligro que se avecina es el cierre del régimen, orquestado directamente por el imperialismo. Es el imperialismo el que hoy manipula el Poder Judicial para contener a la extrema derecha cuando ella amenaza a sus propios intereses, a la vez que desmoraliza al gobierno Lula con escándalos inventados y ataques sistemáticos a sus bases de apoyo.
Debemos responder en consecuencia. La construcción de un frente único no puede ser tarea de un pequeño grupo de iluminados o una articulación de cúpula entre partidos y burocracias sindicales. Lo que se impone es la formación de un frente de masas, arraigado en el movimiento operario, en la juventud combativa y en las organizaciones populares. La lucha debe ser librada por quienes quieren luchar, dentro y fuera de los partidos, sindicatos y organizaciones de izquierda.
En Brasil, aún no existe un movimiento con estas características. Por lo tanto, es tarea inmediata de la izquierda revolucionaria impulsar su construcción. La lucha contra el fascismo y el imperialismo es urgente.
Este frente no se construirá mediante alianzas electorales con la burguesía. El frente único se construye en las calles, en la movilización popular, como nos enseña el 80.º aniversario del Día de la Victoria: fue la clase obrera armada y movilizada la que derrotó al nazismo, y será también la clase obrera la que enterrará al imperialismo y al fascismo.
La manifestación celebrada en São Paulo el día 10 de mayo, marcó el camino. Fue un hito, un ensayo de lo que puede ser un verdadero Frente Internacional Antifascista. La lucha apenas comienza. Es hora de expandir, profundizar y organizar este frente único de combate.
Ato em comemoração dos 80 anos da vitória da URSS e dos povos contra o nazismo – 10/5/25 – Subtítulos en español