Durante reunión de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena, Irán volvió a ser blanco de una nueva ofensiva imperialista. Francia, el Reino Unido y Alemania, con el apoyo directo de Estados Unidos, presentaron una resolución criminal acusando a la República Islámica de incumplir el acuerdo nuclear de 2015.
La propuesta, basada en documentos falsificados por Israel, busca justificar la reactivación de las sanciones internacionales, el llamado «snapback», con bloqueos comerciales y financieros que afectarían a sectores clave como la salud, el transporte y la energía. El ministro de Asuntos Exteriores iraní calificó la resolución como…“un grave error estratégico” y afirmó que cualquier consecuencia de esto será responsabilidad exclusiva de los autores de la medida.
El gobierno iraní respondió con firmeza. Reafirmó que no renunciará al enriquecimiento de uranio, como garantiza el propio acuerdo, y advirtió que tiene preparadas medidas de represalia, incluidas las militares, contra el imperialismo en todo Oriente Medio. Además, Irán denunció el papel de la agencia, totalmente alineada con los intereses de los países imperialistas y la entidad sionista.
La ofensiva contra Irán es también una ofensiva contra toda la resistencia en Oriente Medio. El país es el pilar principal del llamado Eje de la Resistencia, que reúne a Hezbolá, Hezbolá Irak, Yemen, las fuerzas de resistencia palestinas y otros sectores que se enfrentan directamente al imperialismo y al sionismo en la región. Atacar a Irán es atacar a todos aquellos que resisten —con armas, organización y movilización popular— a la ocupación, a la opresión y al saqueo imperialista.
Mientras tanto, Estados Unidos está iniciando movimientos militares en la región y amenazando abiertamente a Irán, en un claro intento de forzar una reacción que sirva de pretexto para una mayor agresión. El propio Donald Trump, aunque dijo preferir un acuerdo, reforzó la amenaza al declarar que está “menos seguro” en relación con las negociaciones con el país persa.
La ofensiva contra Irán forma parte de la política general del imperialismo: guerra contra todos aquellos que se resisten a su dominación. Guerra contra Rusia, contra el pueblo palestino, contra Irán. Países que han decidido enfrentarse a la opresión impuesta por las potencias capitalistas y, por lo tanto, se han convertido en blancos.
La defensa de Irán es hoy una tarea central para todos los pueblos oprimidos. El país es el principal enemigo del imperialismo en Oriente Medio. Su firmeza al no ceder al chantaje imperialista fortalece la lucha de todos aquellos que se oponen a la dominación extranjera.
¡Apoyo total a la República Islámica de Irán! Que su resistencia allane el camino hacia la derrota del imperialismo en Oriente Medio y en todo el mundo.