Documento revela plan de EE. UU. para involucrar Brasil en golpe contra Maduro

En julio de 2024, Mark Feierstein, consultor del Partido Demócrata Estadounidense, escribió un documento llamado Cómo detener un golpe de Estado, en referencia a un presunto golpe de Estado que llevaría a cabo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para no tener que abandonar el poder. Hoy, a pocas semanas de la proclamación de la victoria de Maduro, vemos que el documento de Feierstein, lejos de ser un “análisis” o incluso un “pronóstico”, es un verdadero manual para el derrocamiento del régimen venezolano.

El texto dice todo lo que pasó –o lo que Estados Unidos dijo que pasó–. Feierstein comienza el texto afirmando que

“Abundan las dudas sobre la disposición del régimen autoritario de permitir una votación que pondría en riesgo su permanencia en el poder“

En otras palabras, las elecciones, incluso antes de su celebración, ya deberían estar bajo sospecha. Se ve, por tanto, que la acusación de fraude, formulada hoy por la oposición, no surgió de un hecho concreto, que pueda ser probado, sino de un plan previamente concebido.

En este punto, Feierstein insiste en decir que hay

“Cohesión sin precedentes en la coalición de oposición” y eso sería “el resultado de la astuta diplomacia estadounidense, que ayudó a mantener viva la opción electoral”

En otras palabras: Maduro sería el símbolo del “autoritarismo” y Estados Unidos sería el gran garante de la “democracia” en Venezuela. Esta sola idea sería suficiente para concluir que los estadounidenses estarían incluso dispuestos a invadir el país caribeño.

Sin embargo, lo más interesante del documento es lo que dice sobre el gobierno brasileño. El texto, en primer lugar, compara a Maduro con el expresidente Jair Bolsonaro (PL), lo que es, en sí mismo, un intento de poner a la izquierda brasileña en contra del presidente venezolano. El texto dice:

“Antes de las elecciones de Brasil, Bolsonaro comenzó a difundir acusaciones espurias sobre un posible fraude electoral y supuestamente conspiró con el ejército del país para impedir un posible regreso al poder de Lula, su archirrival”

Tal conspiración nunca fue probada por parte de Bolsonaro. Ni siquiera de Maduro. Lo que el propio documento demuestra es lo contrario: la existencia de una conspiración contra el gobierno venezolano.

El documento luego continúa diciendo que

“Durante más de un año, la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado ayudaron a prevenir la conspiración, incluso mediante compromisos privados con funcionarios brasileños”

Una vez más, Estados Unidos se presenta como el gran garante de la “democracia”. Esto es, además de una mentira, una amenaza: si Brasil no adopta la misma política que Estados Unidos en Venezuela, el imperialismo puede “olvidarse” de frenar a la extrema derecha en Brasil.

De cara al futuro, el documento explica que la posición del gobierno brasileño en relación con la cuestión de Venezuela es decisiva. El texto afirma que

“si no fuera por el compromiso de Lula, por ejemplo, el régimen [chavista] probablemente habría revocado la candidatura de González, como hizo con Machado y la segunda opción de la oposición, Corina Yoris”

En otro momento, afirma que

“Brasil, dada su influencia diplomática global y regional y la imagen de Lula como ícono de izquierda y su larga amistad con Chávez, podría ser particularmente efectivo en estos esfuerzos internacionales”

Aquí debemos llegar a una conclusión lógica. El imperialismo norteamericano ha decidido que Maduro no puede gobernar – esto lo decidió antes de las elecciones, lo que ya revela la farsa de la acusación de “fraude”. El mismo imperialismo norteamericano dice ser el gran garante de la “democracia”, ya que garantizó la formación de la coalición opositora a Maduro y que habría garantizado la victoria electoral de Lula. Finalmente, el mismo imperialismo norteamericano considera que el gobierno de Lula tiene un papel clave en la política venezolana. ¿Qué quiere entonces el imperialismo del gobierno brasileño?

El documento revela que Lula está siendo utilizado como engranaje del plan del imperialismo contra Venezuela. Más que eso: que la política de supuesta neutralidad del presidente brasileño es precisamente la política que defiende el asesor del Partido Demócrata.

Esta política está llevando al gobierno a transformarse en un instrumento del imperialismo contra Venezuela, tal como lo describe el documento.

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