AMÉRICA CENTRAL
En Nicaragua, una revolución donde las mujeres fueron decisivas

Una de las revoluciones más importantes del siglo XX tuvo el 40% de sus soldados mujeres

PORTUGUÉS: 02/04/2024*

Hace poco más de 40 años, el 19 de julio de 1979, guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua iniciaron una de las revoluciones más importantes del siglo XX.

La revolución comenzó con un levantamiento popular en las calles de Managua, capital del país caribeño, y puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.

La guerrilla del FSLN, conocida como “muchachos”  tenía muchas mujeres en sus filas. Estas mujeres comenzaron a unirse al movimiento armado de liberación alrededor de la década de 1960 y en 1979 ya eran miles en las filas guerrilleras. Entre ellas, estudiantes, enfermeras, docentes y mujeres de diferentes clases sociales.

Más precisamente, alrededor del 30% del personal militar de la guerrilla sandinista eran mujeres. El Frente Sandinista de Liberación Nacional se inspiró principalmente en el ejemplo de la revolución cubana de 1961 que puso fin al gobierno dictatorial del títere norteamericano Fulgencio Batista.


Algunas de las mujeres incluso se convirtieron en oficiales de unidades del FSLN. Muchas otras fueron combatientes además de ser colaboradoras esenciales de la guerrilla, proporcionando alimentos y medicinas, actuando en la seguridad de los hogares, escondiendo armas y transportando mensajes, actividades que, al igual que la lucha directa, imponían un gran peligro, llevando a muchas de estas mujeres a llegar a ser torturadas y asesinadas por las fuerzas enemigas.

Cuando el régimen de Somoza fue derrocado, muchas guerrilleras comenzaron su desmovilización y algunas otras asumieron cargos civiles en el nuevo gobierno liderado por el FSLN. Sin embargo, poco después, con la creación del Ejército Sandinista, muchas mujeres decidieron permanecer en el ejército y en 1980 alrededor del 6% de los oficiales y el 40% de los soldados eran mujeres.

La gran mayoría de las mujeres mantuvo su apoyo al gobierno sandinista cuando los contrarrevolucionarios, conocidos como “los Contras”, se levantaron para intentar derrocarlo en la década de 1980.

En el enfrentamiento con “los contras”, el FSLN intentó mantener a las mujeres en una posición de apoyo y no como guerrilleras. Así, mientras los hombres iban al frente, las mujeres formaban milicias que ayudaban a proteger las ciudades.

Una de las mujeres que luchó por Nicaragua fue “Vicky”, hija de un trabajador y sindicalista nicaragüense exiliado en Costa Rica que regresó a Nicaragua para alistarse en el ejército como su padre, luego de tener contacto con el sandinismo mientras estudiaba en Europa.

Antes de regresar a Nicaragua y unirse a una célula clandestina, Vicky fue entrenada militarmente por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).