POLÉMICA
PCV, el partido de la CIA en Venezuela
Como enseñó Trotsky, la defensa de un país atrasado contra un país imperialista es obligatoria, aunque el gobierno local no sea socialista

El 20 de diciembre de 2025, el sitio web En Defensa del Comunismo publicó una resolución del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV) titulada Contra la ofensiva imperialista de recolonización y en defensa de la soberanía del pueblo venezolano. En el documento, el partido condena la agresión de Donald Trump y el bloqueo naval al petróleo del país, pero se apresura a decir que el gobierno de Nicolás Maduro utiliza la amenaza externa como «pretexto para imponer una política antiobrera».
La posición del PCV es criminalmente irresponsable. Llamar «pretexto» a la mayor agresión militar y económica de las últimas décadas es una burla. ¿Cómo puede ser un pretexto el robo de petroleros y la ejecución sumaria de ciudadanos en el Caribe? Al adoptar esta narrativa, el PCV minimiza el asedio imperialista para justificar su oposicionismo golpista interno. Para el PCV, parece que la defensa de la nación sólo sería legítima si el gobierno fuera un espejo perfecto de sus manuales teóricos, ignorando el hecho de que, bajo bombardeo, la primera tarea de cualquier revolucionario es asegurar que el país no sea borrado del mapa por el imperialismo.
El cretinismo es aún más evidente cuando el portal ataca a la Plataforma Antiimperialista Mundial (AMP), acusándola de «desviación» por considerar a estados capitalistas como Venezuela o Rusia como fuerzas antiimperialistas. Aquí, el PCV revela un sectarismo ciego que niega la realidad de la lucha de clases a escala mundial. No comprenden que el imperialismo es un sistema de dominación global y que las naciones oprimidas -independientemente de sus regímenes internos-, al enfrentarse a la dictadura imperialista, desempeñan un papel progresivo en la desestabilización del orden mundial. Al negar el carácter antiimperialista de la lucha encabezada por Maduro, el PCV desvía la atención del principal agresor y debilita la unidad necesaria para la victoria.
El texto termina con un extraño llamamiento a la «desmilitarización del Caribe» en el mismo momento en que Trump envía a la Armada a saquear las riquezas del país. Como enseñó Trotsky, la defensa de un país atrasado contra un país imperialista es obligatoria, incluso si el gobierno local no es socialista. Al sabotear el comando de la resistencia nacional bajo la excusa poco convincente de «defender a las masas», el PCV acaba sirviendo de auxiliar de izquierda a la política de «cambio de régimen» ideada en los cuarteles de los servicios de información del gran capital.




