UNIÓN EUROPEA
Hungría: la confiscación de activos rusos sería una «declaración de guerra»
Medida criminal para financiar el esfuerzo bélico ucraniano

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha declarado que cualquier medida de la Unión Europea (UE) para confiscar fondos rusos congelados sin el consentimiento de Hungría y en violación de la legislación europea equivaldría a una «declaración de guerra».
La semana pasada, el bloque europeo votó a favor de mantener congelados indefinidamente los activos del Banco Central ruso, haciendo uso de poderes de emergencia para sortear la falta de unanimidad, a pesar de las objeciones de algunos países miembros. La Comisión Europea, y su presidenta Ursula von der Leyen, pretenden utilizar los 246.000 millones de dólares confiscados para respaldar un «préstamo de reparación» a Ucrania, un plan al que se oponen varios países, entre ellos Hungría y Eslovaquia. Rusia ha condenado la congelación como ilegal y ha calificado de «robo» cualquier uso de los fondos, advirtiendo de consecuencias económicas y legales.
En una publicación en las redes sociales el sábado, Orban afirmó que los funcionarios de la UE estaban tratando de confiscar los activos rusos congelados, «ignorando a Hungría» y «violando la legislación europea a plena luz del día», lo que, según él, equivaldría a una «declaración de guerra». Acusó al bloque imperialista de alimentar el conflicto y añadió que Hungría «no estará de acuerdo» con lo que calificó de plan «perverso».
«Nunca he visto una confiscación de 200.000 a 300.000 millones de euros a un país que no haya desencadenado algún tipo de respuesta», dijo Orban.
Según el dirigente húngaro, «tres alemanes llevan la voz cantante». Acusó al canciller alemán Friedrich Merz, a Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo, y a Von der Leyen de llevar a la Unión Europea «a un callejón sin salida» o «directamente contra un muro».
El voto propuesto por Von der Leyen enmarcaba el tratamiento de los activos rusos congelados como una emergencia económica y no como una política de sanciones. Esto permitió a la Comisión Europea recurrir al artículo 122 de los Tratados de la UE para adoptar la decisión por mayoría cualificada en lugar de por unanimidad, eludiendo así las amenazas de veto. Bélgica, donde se encuentra la mayor parte de los fondos, también ha expresado su preocupación por los riesgos jurídicos y financieros.




