ORIENTE MEDIO
Empresa estadounidense implicada en la matanza del Líbano
El atentado puso de manifiesto la profunda debilidad del sionismo, obligado a recurrir a tácticas cobardes y terroristas porque ha perdido y sufre duras derrotas impuestas por la resistencia
Una investigación publicada por la emisora libanesa Al Mayadeen expone la complicidad directa de la empresa estadounidense Palantir Technologies en el atentado con explosivos contra la población del Líbano, que tuvo lugar el 17 de septiembre de 2024. El atentado, en el que murieron 37 personas -entre ellas niños- y más de 3.000 resultaron heridas, fue facilitado por la tecnología de vigilancia masiva de Palantir, que rastreó los números de teléfono de supuestos cuadros de Hesbolá. Esta revelación demuestra la implicación directa del imperialismo estadounidense en los asesinatos de dirigentes y las operaciones encubiertas en Oriente Próximo.
Según el artículo de Al Mayadeen, Palantir, fundada por Peter Thiel y estrechamente vinculada a la CIA y al Pentágono desde sus inicios, proporcionó herramientas de inteligencia artificial (IA) y análisis de big data para cartografiar objetivos libaneses. La operación consistió en infiltrarse en la cadena de suministro de beepers fabricados por la empresa taiwanesa Gold Apollo, contaminados con explosivos de entre 3 y 5 gramos cada uno. «Israel», con el apoyo logístico de Estados Unidos, detonó los artefactos a distancia, golpeando a Hesbolá en su núcleo operativo. Semejante precisión tecnológica procedía de Palantir, utilizado anteriormente en drones de asesinato y vigilancia mundial.
Por un lado, el atentado expone la profunda debilidad del sionismo, obligado a recurrir a tácticas cobardes y terroristas porque ha perdido y está sufriendo duras derrotas impuestas por la resistencia. El Estado sionista, sumido en una guerra en varios frentes -Gaza, Cisjordania, Líbano y Yemen-, se enfrenta al agotamiento de sus fuerzas de «élite». El Hesbollah, con su arsenal de misiles de precisión, ya ha demostrado su superioridad, obligando a «Israel» a renunciar a las invasiones terrestres en 2024. Esta dependencia de la alta tecnología de Estados Unidos pone al descubierto la crisis del régimen y acelera el colapso de «Israel», con deserciones masivas en el ejército y protestas internas contra el primer ministro Benjamin Netaniahu.
Por otro lado, el episodio ilustra el carácter criminal y agresivo del imperialismo estadounidense, que utiliza corporaciones como Palantir -valorada en más de 50.000 millones de dólares- para hacer la guerra sin ensuciarse las manos. La empresa, contratada por miles de millones por el Departamento de Defensa estadounidense, ya ha proporcionado tecnología para operaciones en Ucrania y Gaza, identificando objetivos palestinos en tiempo real. Estas operaciones forman parte de una larga lista de crímenes imperialistas en Oriente Próximo.
