Columna
Debate con Nildo Ouriques

"Nuestra política no es invención nuestra, es la táctica tradicional del marxismo, utilizada en la revolución rusa"
  • PORTUGUÉS: 28/12/2024

Nildo Ouriques, del PSOL, dice que el PCO no es un partido “radical”, signifique eso lo que signifique, por nuestra posición respecto al gobierno de Lula. Según él, estamos centrados en “corregir” al gobierno de Lula. En primer lugar, no queremos “corregir” al gobierno de Lula, lo que hacemos es dirigir nuestras críticas al gobierno de Lula como presión sobre él. ¿Cómo lo hacemos? Intentando movilizar a las masas en esta dirección, a pesar de todas las dificultades. De esta forma, nuestra política no depende de la acción del gobierno, sino de la acción de las masas. Por ejemplo, si exigimos el impago de la deuda pública, no presionamos al gobierno, sino que hacemos campaña a favor de esta exigencia entre el pueblo. Si el pueblo se moviliza, habrá naturalmente una presión sobre el gobierno, que podrá desplazarse hacia la izquierda en mayor o menor medida.

Ouriques habla de “ruptura con el gobierno”. Otra formulación imprecisa. ¿Qué implica esta ruptura? No está claro. Lo que podemos decir con certeza, sin embargo, es que no somos partidarios de la consigna “fuera Lula”. Tal eslogan implica una alternativa concreta e inmediata. La alternativa concreta e inmediata al gobierno de Lula es la derecha de Bolsonaro. Si a esta exigencia, que sería obligatoria, añadimos la lucha por elecciones generales, la cosa queda absolutamente clara: estaríamos acelerando la victoria de Bolsonaro.

Nuestra política no es invención nuestra, es la táctica tradicional del marxismo, utilizada en la revolución rusa. Allí, Lenin y Trotsky nunca propusieron “fuera con Kerenski”, que era un gobierno de izquierda mucho peor que el de Lula, sino que el gobierno rompiera con la burguesía, terminara la guerra y realizara la reforma agraria, etc. Esta política, ante la total incapacidad del gobierno de Kerenski de cambiar el rumbo, llevó a la toma del poder por los bolcheviques.

No estamos en una revolución, pero la política debería ser la misma, sólo que vista como un proceso más lento.

El debate que plantea Ouriques no es inoportuno, ya que la mayor parte de la izquierda no sabe qué hacer con el gobierno de Lula, y siempre hay tendencias extremas a defender todo lo que hace el gobierno, incluyendo sus capitulaciones ante la presión de la burguesía, que es una tendencia reaccionaria, y a rechazar completamente al gobierno, que es una tendencia aventurera. Sin embargo, el propio Ouriques no resuelve el problema al no presentar una política concreta.

Nosotros, en cambio, tenemos una política concreta y la estamos aplicando.

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