Interferencia imperialista
Francia, Alemania e Italia influyeron en la política nacional

El imperialismo utiliza las embajadas para influir en decisiones internas sobre política nacional y garantizar que el español no sea obligatorio en las escuelas

PORTUGUÉS: 16/07/2024*

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Recientemente, la aprobación de la “Nueva Educación Secundaria” en Brasil sacó a la luz una grave cuestión de soberanía nacional. Información publicada por CNN Brasil revela que Francia, Italia y Alemania, a través de sus embajadas, ejercieron intensas presiones sobre el Congreso Nacional para evitar la enseñanza obligatoria del español en las escuelas brasileñas. Este episodio demuestra una vez más la injerencia de los países imperialistas en la política interna de Brasil.

Según Hélène Ducret, agregada de cooperación educativa de la embajada de Francia en Brasil, hacer obligatorio el español tendría “tremendas consecuencias” para otras lenguas extranjeras que se enseñan en el país. Francia, junto con Italia y Alemania, argumentaron que la medida sería catastrófica para la diversidad lingüística. Representantes de esos países se reunieron con líderes de los partidos en el Congreso Nacional, incluido el relator del proyecto, el diputado Mendonça Filho (União-PE), y con el ministro de Educación, Camilo Santana, para articular la eliminación del español obligatorio.

Ducret declaró que “el español ya es la opción para el 95% de los brasileños que van a aprender una segunda lengua” y que una imposición gubernamental sería perjudicial. Esta opinión fue compartida por las embajadas de Italia y Alemania, que expresaron su preocupación por preservar la enseñanza de sus propias lenguas en Brasil. En la práctica, es importante dejar claro el problema de la situación, para los países imperialistas: la integración de América Latina (patio trasero de Estados Unidos) e incluso la equiparación del idioma inglés con el español en la educación básica preocupa a los detentores del capital.

La influencia imperialista en la política brasileña, a pesar de todo, no es nueva. Ni en educación, ni en ningún otro factor. La presión ejercida por estas naciones para dar forma al plan de estudios de la escuela secundaria es un claro ejemplo de cómo los países desarrollados pueden manipular las decisiones soberanas de las naciones capitalistas atrasadas. La imposición de intereses imperialistas a la educación nacional no sólo amenaza la autonomía de Brasil, sino que también impide que el país tome decisiones que beneficien directamente a sus ciudadanos y promuevan la integración regional, y la historia reciente de Brasil está llena de episodios donde las potencias imperialistas interfirieron en asuntos internos como este, a menudo en detrimento de los intereses nacionales.

La operación Lava Jato, que según la prensa burguesa tenía como objetivo combatir la corrupción, no sólo fue influenciada, sino también orquestada directamente desde las oficinas norteamericanas en Washington, incluso el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, advirtió a la presidenta en cuestión, Dilma. Rousseff de que Estados Unidos orquestó un golpe de estado. Los documentos revelaron que agencias estadounidenses colaboraron estrechamente con fiscales brasileños, lo que tuvo un impacto desastroso en la economía y la política de Brasil y culminó en última instancia con el golpe de estado de la presidenta electa Dilma Rousseff en 2016.

En otro ejemplo de intromisión, los países imperialistas, principalmente a través de sus embajadas en Brasil y a través del capital, presionaron a Brasil para que no explorara petróleo en el Margen Ecuatorial, a pesar de las declaraciones del Presidente Lula de que se debía explorar el petróleo. La explotación de este recurso podría traer grandes beneficios económicos al país, pero las potencias imperialistas, utilizando la excusa ambiental para impedir el desarrollo nacional, trabajaron para limitar la expansión de este sector crucial para nuestra autonomía como país.

El Nuevo Proyecto de Ley de Educación Secundaria, aprobado por la Cámara de Diputados el 9 de julio, espera ahora la aprobación presidencial. A pesar de las enmiendas del Senado que incluían el español obligatorio, estas fueron eliminadas por el relator Mendonça Filho después de una intensa presión extranjera. Como resultado, sólo el inglés seguirá siendo obligatorio, mientras que la elección de un segundo idioma quedará a discreción de los estudiantes y las instituciones educativas.

En respuesta a los intentos de contactarnos para obtener una posición sobre la injerencia de las embajadas, Itamaraty afirmó: “Para efectos de su consulta, sugerimos contacto con las Embajadas de los países mencionados en Brasilia”. Las embajadas de Francia, Italia y Alemania no respondieron a las solicitudes de comentarios realizadas por este diario.

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