Lula nominó a Dilma Rousseff, expresidenta destituida por el golpe de Estado de 2016, para presidir el Banco de Desarrollo de los BRICS. El monopolio de la prensa burguesa brasileña trata de minimizar este evento, pero es un caso importante. La petista es una persona muy importante para el gobierno brasileño y de escalafón superior. Esta nominación demuestra que el gobierno de Lula está dando gran relevancia al tema de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Este tema es fundamentalmente económico y la nominación de la expresidenta demuestra que Brasil está en plena vigencia en el tema de los BRICS. Lo que también prueba que Brasil no está siguiendo la política que el imperialismo estadounidense está tratando de imponer al país.
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